MUJER TEJIENDO ALAS: Recuerdo una figura pequeña, de moño rubio sentada en una sillita de nea, sosteniendo unas agujas de tejer con sus manos arrugadas y nudosas, mientras se concentraba en enseñarme "uno del derecho otro de revés" con mandíbula temblorosa y boca desdentada. A ella y a su espíritu, de mujer humilde y trabajadora, que a pesar de perder aquellos a los que quería entre absurdas enfermedades y cruce de balas en una guerra, nunca pronunció una queja. La que me acompaña en los mejores recuerdos de mi niñez. A mi madre que aun siento su vacío, a mi hermana mayor que desde que vine a este mundo es mi segunda madre, a ella que deja medio corazón al otro lado del Océano, a mi casi hermana gemela y la mitad de mi misma, a todas las mujeres de mi familia, a mis amigas y a todas aquellas mujeres que como mi abuela, tejen alas nuevas cada día.
Qué hermoso poema...
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