jueves, 27 de marzo de 2014

Campo de Libélulas


Uno mas que habla de mi, de mis cosas, de mi vida, de lo que soy y de lo que siento.
Caminar rápido y fatigado, terapia para el alma y terapia para el cuerpo.
El pino que saluda desde su otero, entre rocas que azulean y aire de romero, le pides permiso,_deja que arranque una ramas que cuelgue en mi ventana y ahuyente mis desvelos.
Un día ladrona me siento, entre el romero, como hadas de alas doradas que se baten en el viento, eclosionan libélulas que con solo observarlas reconfortan el alma.


(Para ti y para mi, que compartimos estos momentos)